La Fiesta (y 10)
Son imágenes icónicas, no sé cuántas veces las habré visto, estudiado, comentado. En sí no son más que vulgares instantáneas de un día de recreo en la playa, bañistas que sonríen a la cámara, chapuzones a las orillas, picardías, bromas y poco más. Pero la doctora Tillman nos aconsejaba la semiótica del contexto, cargar cada documento de su significado, decía con esas palabras que hoy me parecen pedantería académica de antaño. Recuerdo que no obtuve la máxima calificación debido a algunos detalles de contexto. Pero hoy entiendo las reacciones de aquellas gentes ante lo que sobreviene en ese vídeo de una forma más cabal, más desprejuiciada. He aprendido a comprender La Fiesta porque me he acercado a ella ya sin mirada extranjera. Cuando vuelvo a mirar aquel video se me parte el corazón, y eso significa que buen cariño y afecto he acabado por sentir por algo que ni siquiera viví de lleno. Pero cuando uno se acerca a documentos que presagian una calamidad no puede sino apiadarse de todos