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Mostrando entradas de noviembre, 2010

Vargasllosiana (3): Semilleros

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La obra de Mario Vargas Llosa es prolífica en novelas de gran ambición, pero llama la atención la discreta representación que, vista desde el amplio conjunto de su obra, dedica al cultivo de la narrativa breve. Esta curiosa evidencia resulta todavía más llamativa si se tiene en cuenta que la obra con la que el "escribidor" debutó en el mundo literario era una colección de relatos titulada Los jefes , y que gran parte de la producción literaria de muchos de sus compañeros de generación (Fuentes, Ribeyro, García Márquez...), e incluso de sus maestros (Onetti, Cortázar, Hemingway), fueron fecundos en el arte del cuento, abundancia gracias a la cual deben parte de su reputación. Pero, ¿a qué se debe ese abandono tan prolongado del cuento por parte de un portentoso novelista? ¿Cuál puede ser la razón que ha privado a los lectores de disfrutar de un Vargas Llosa trabajando la intensa concisión del relato? Hace unos meses, el propio escritor confesó que su inhibición estaba motivada

Vargasllosiana (2): Agua sexual

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Si hay alguna cosa que asombra al lector de Vargas Llosa es la constante capacidad de innovación de la que hace gala este escritor: ninguna de sus novelas es semejante a la anterior. En cualquiera de ellas el lector puede recrearse en un nuevo escenario, con una nueva habilidad para colmar en formas audaces un abigarrado drama; un tema contemporáneo o rescatado del pasado para una incisión más honesta de lo que quedó en la miasma del olvido; o, simplemente (y no es poco), un cambio de temperamento y de estilo. Se diría que, a su modo, cada obra de Vargas Llosa es un mundo acabado, pero, a la vez, poblado de esbozos que aparecen secuencialmente y van modulándose en sus distintas apariciones. Así, lo que por un lado da cierta unidad a toda la narrativa del peruano por el otro no desmiente el carácter insólito y poco acomodaticio de su literatura. En efecto, el componente polémico y la voluntad revulsiva han formado parte de sus escritos del mismo modo que su versatilidad temática y su ri

Vargasllosiana (1): Cartografías del poder

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El escritor latinoamericano se encuentra invadido hasta tal punto por los acontecimientos de su entorno que, aunque quisiese encerrarse en su torre de marfil, se lo impediría la tremenda realidad del mundo americano, sus problemas sin resolver. Las palabras que preceden son de un Premio Nobel de Literatura latinoamericano, Miguel Ángel Asturias, galardonado en Suecia en los mismos y lejanos días en que un treintañero, Mario Vargas Llosa, se esforzaba en viviseccionar la desgarradura constante de ese mundo en el que el el guatemalteco laureado había porfundizado con audaz plasticidad y compromiso inalterable. Asturias hablaba en Estocolmo del atroz drama del "valiente mundo nuevo", y que Vargas Llosa pergeñaba entonces en los borradores de la que sería su novela capital Conversación en La Catedral , y que García Márquez ya comenzaba a pregonar en las primeras ediciones de Cien años de soledad que veían la luz en México. Así, en 1967 se consagraba en Europa una meritoria carre

2006

Cuando Peter Hathaway, una baguette , tres napolitanas, sale de la Fleca Mercadal, Josep Lluís Gómez Roig , seis llamadas perdidas del 607421389, ya ha abandonado el lounge "Antrax" de Valdonzella sin llevarse nada a la boca, a pesar del mojito al que le invitó David Arganda Cano , segundo año de Telecos en la Politécnica, que lleva cuatro horas en su cama pensando en Regina Silvetti, tono 623 de Casting de l'Oreal, cuya lengua sorprende el glande retráctil de Trond Andreassen, 52 ciudades tatuadas en sus dos brazos, de pronto iluminado por una luz listada que a dos islas de Castillejos hunde de mierda a Júlia Soler Vila , Clonazepam 2 mg. en 3 litros de agua Fuente Liviana y el Nesquik de toda la vida, pero que libera al fin a Nacho Espinosa Santos , 142 en la última promo del MIR, de la guardia de brazos caídos en el Sant Pau, al mismo tiempo que baja un Coupé por General Mitre, te doy un toque a las siete y media. Entonces , Sara Puig Bonet, 126 amigos en el Messeng