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Mostrando entradas de octubre, 2009

Lacayos españoles: Francisco Tadeo Calomarde

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Al cabo de los años, Señor, no he logrado sino confirmar una sospecha que me acosaba sin clemencia día y noche, perseverando como un centinela insomne que quisiera rendirme a una verdad que sólo ahora oso aceptar: no soy nada, nada, nada... O acaso poco más que un lacayo. ¡Cuán clara se me muestra ahora la verdad, ya sin titubeos! Y mi alma, ¡qué sosegada, sin temor alguno a abdicar ya a su condición, sin falsedades ni desdenes, desnuda y dócil a quien guste disponer de ella con la misma mansedumbre de la hoja de árbol que se deja agostar y solo una voluntad ajena la aparta serenamente del mundo! Cada vez paso más tiempo solo en mi cámara de Palacio en la que todavía yacen lóbregos legajos, cédulas, un tropel de papeles que cantan obscenamente la locura toda del hombre, el absurdo laberinto en la que se debaten las peores fieras con calculada elegancia, de las que yo soy a un tiempo mentor y flagelo, humillador y humillado. Pero, ¡qué he de decir de ellos, Señor mío, qué palabras desve

Instrucciones del camarada Napoleón

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"The creatures outside looked from pig to man, and from man to pig, and from pig to man again; but already it was impossible to say which was which." (George Orwell, Animal Farm) - Que el sueño individual sea proyecto colectivo. No se tolerará la neurosis, sino la rabia. - Que haya un blanco ideal y un enemigo objetivo a partir del cual justificar nuestros actos. Que sólo el arrojo y la energía nos lleve a la libertad sin ninguna excusa. - Que el hastío cotidiano se troque en violencia liberadora, y sólo en la beatitud se vuelva de nuevo al hastío. - Que se cumpla el día de la victoria y se inmortalice su gloria en canciones que serán cantadas a coro, en clamores al unísono y un decálogo de prevenciones contra el enemigo e historias escritas en los despachos oficiales nos mantengan guarecidos de las infamias. - Que el primer día se cierren las filas y se inclinen las almas. - Que se ejercite el músculo más que la memoria, para que el recuerdo común sea lánguido y nebuloso has