La úlcera (2)

Si lo supiera la niña, esta noche me apuntaba dos de los buenos, o a lo peor me quedo en casa de mi vieja para el resto de mi puta vida, quién sabe, pero la Reme no le dice que no a unos reales y a lo mejor hasta me perdona todo y se me abre como una gata calentorra... Qué ganas tengo de contárselo! ¡Si lo supiera, Dios, si supiera que tengo comiendo de mi manita a unos cuantos, no a cualquiera, no, que tengo a los de "La úlcera" dándose de hostias por una cosita que tengo y que me parece que vale unos quilitos, media o quizá toda la hipóteca... Y qué me gusta que me supliquen, y qué envidia le va a entrar a la Reme y a mi vieja cuando sepan que los pringaos de las mierdas que ven cada tarde me la mamarían si se lo pidiera, que yo no sé aún qué coño tengo yo que me están tocando las pelotas cada diez minutos para que me ponga en contacto con ellos cuando lo tenga decidido, joder, ni que fuera yo de la CIA, que tampoco es para tanto y aún no sé qué mierda quieren hacer con unas fotos un hatajo de putas y maricones. Lo que tengo seguro es que cuanto más espere, más me van a dar por mi cara bonita, por mi obrita de arte, juás, que uno hizo un buen apaño anoche y, pensándolo bien, tampoco creo que merezca la pena dejar pasar unos millones por unas cuantas pajillas, y más después de haber hecho el servicio completo con distintivo azul...




¡Qué grande eres, Tato, qué grande! ¡Cuando se entere la Reme se me va a abrir como una guarrilla! Tienes el mundo a tus pies, Tato, y ya sirves para algo, ya eres alguien como para que te laman el culo con gusto, no lo desaproveches, mamoncete! Tú deja que te saquen la lengua y te ofrezcan el trasero para pateárselo como a escoria, y después les das la limosna de rigor; pero con señorío. Que insistan, que te bailen el agua toda la tarde como hacen con la yé sé... A qué no sabes quién me llamo primero, colega? El maromo de la Nati, la guarra ésa que sale en "La úlcera". Me preguntó si tenía fotos del fiambre de la Rufa, y yo dije que tenía todito un álbum multicolor. El gorila me quiso pagar una millonada al instante por lo que llevo en el móvil, pero yo quiero jugar con él un ratillo. ¡Di que sí! Me cae como una patada en los huevos ese pavo, se cree que porque tenga pelas te puede venir a chulear como hace con sus furcias, pero yo ya le he dicho clarito que estoy esperando a que me paguen el piso de la Reme, por lo menos. ¡Así se habla, cabrón! Así que si no me ofrecen pasta gansa en menos de veinticuatro horas, cierro el chiringuito y a mi puta bola, y aquí paz y después gloria, que no? Luego más tarde me llama la maruja ésa, la Trini, que la tengo un poco atravesá... Le cuento que el gorila me ha ofrecido el oro y el moro, y me he reído de su puta oferta, ¡Qué grande eres, Tato! Ahora me viene esta chacha de mánager, tócate los huevos, a ofrecerme el doble de lo que me ofreció el santo de la Nati... Yo me partía la caja con la vieja, ¡si no sabe ni hablar, y se ve que controla los duros de la tele! ¡Ya te digo! Yo empecé a vacilarla un poco, para variar, y le pregunté si tenía la posibilidad de sentarme alguna tarde en la mesa de "La úlcera" para hablar de las paridas de las que hablan cada tarde, y ella me dijo, no te lo pierdas, que "considerarían la sugerencia", y ahí sí que ya no pude y empecé a partirme el culo de vicio mientras la pava no paraba de suplicarme y comerme la olla con las foticos, que están enfermos y hay que tratarlos como enfermos... ¡Dios, qué bien me lo pasé! ¿Y qué coño vas a hacer? No sé, lo discutiré con la Reme, que ella sabe más de estas movidas del marujeo, y le haré un regalito, que se lo tiene merecido, ella y mi vieja, aunque jugaré un rato con ellas para darles celos y envidia, ahí tenéis al bombero torero que no servía para inflar un globo y tiene comiendo a unos cuantos lobitos de su mano, qué me cuentas?




Ahora mismito, ná, hace unos segundos acabo de colgarle a la mismísima Nati, que lo sepas. Esta mañana me llamó su gori-gori, sí, sí, el chulo putas ése que trabajaba en el "Gaucho", y le he dado largas como se las acabo de dar a la momia que se tira cada noche, lo justito, que me rallen lo justito... Me están jodiendo un rato bueno, pero qué gustirrinín! Yo no suelto el anzuelo hasta que no saque el Titánic, si puedo, porque las fotillos lo merecen, que no? Que no todos los días puede salir la Rufa en portada como yo la llevo ahora en el móvil, que aquí hay juerga por un tubo. Por eso, Cuqui, te quiero preguntar a quién se las darías tú si estuvieras con esos pelmazos siguéndote la pista todo el día, tú que controlas de esto, que yo estoy enortao de estas chuminadas. Lo del parné lo tengo clarísimo: o nos sacan de las trampas...¡y hasta un viaje a las Seicheles!..., y hasta un viajecillo a las Seicheles, sí, o no hay tu tía... Bueno, o se las vendo a cualquier pringaíllo antes que a ellos, que yo quiero sacar pasta de este asunto sí o sí...




A mí es que la Nati me parece una víbora ¿No te acuerdas cómo dejaba a la pobre Rufa? Es mala de cojones y me jodería mogollón que las fotos acabaran en sus manos, a mí también, pero la Nati es la Nati, sí, bueno, yo qué sé, tú sabrás, pero esa tiparraca se ha lucrado, como dicen los periodistas, con el dolor ajeno, y ahora debe estar más ancha que larga de ver que su peor coleguilla está dando de comer a las lombrices... Otra cosa es el Gori, que sé que te pone un rato, Reme, no me engañes, a ése sí que se las daría si no fuera porque acabarían llegando a la Nati, eso seguro, sí, eso seguro, así que tendríamos que descartar a estos dos. ¿Y la Trini? Ah, ésa es la otra, la Trini, es una enterá, me río de su careto, pero creo que está picá con la Nati, que quiere hundirla en la miseria como su jefe, el marica que presenta "La úlcera", quieren echarla del programa, sí, eso es verdad, que dicen que la Nati quiere irse al programa de la Aguado ¿Ah, sí? Mira, eso no lo sabía...Pues sí, eso parece, pues me lo pones peor, niña, porque a mí la Aguado me pone un huevo, y me parece auténtica, vamos, que no creo que quiera llevarse a la Nati de "La úlcera", no la veo... Pero piensa, mi amor, que si diéramos las fotos a la Nati, la Aguado no se comería mucho el tarro y la contrataría pero ya, fijo, sí, pero no duraría dos telediarios la Nati en el Canal 12, mejor, Churri, mejor, lo que me fastidia es que la Rufa acabé peor de lo que ha acabado, en manos de la Nati, no te cuento más, y encima lo aproveche para firmar un contrato con la Aguado, que no, que paso, Cuqui... Pues dáselas a la Trini, yo qué sé, eso será lo mejor, Reme, dárselas a la vieja de "La úlcera", no creo yo que la Aguado supere nunca la audiencia que tiene la Trini, además, tarde o temprano acabarán sacándose de la manga alguna maldad, y la Aguado volverá a comerle la polla al maricón y a ser una fracasada, porque en este país sólo fracasa la gente de ley, que a veces me dan ganas de que nos invadan otra vez los moros o de que vuelva Franco a cortarle los huevos a más de uno, que hay tanto hijoputa suelto que da pena, Dios, da asco, así que se los daré a la Trini, que me pague lo que me debe, que me dé el doble de lo que me ofreció el Gorila, y ya verás, Churri, ya verás qué felices vamos a ser, te tendré como una reina, mi cielo, y a mi madre, la pobre, le voy a dar un sorpresón que se va a alegrar de su hijo por una vez en su vida, un lujo le voy a dar, un lujo, para que se vaya de esta puta vida contenta, que bien se lo merece, ahora la llamo, ahora le digo a esa Trini cuatro cositas bien dichas, le voy a dar la exclusiva de su vida, pero que me trate con cuidadito si no le voy a tocar yo a ella otra cosa...




Total, que no me esperaba que cediera, pero ha cedido, porque es una zorra asquerosa de marca mayor, si es que a lo mejor es hasta buena persona, pero la tele la ha echado a perder, qué pena, tronco, qué pena me dan estos arrastraos que son capaces hasta de vender a su madre por unos cuantos pavos, y luego te van del palo, " Señor 'yo qué sé', nos complacemos de que haya aceptado nuestra oferta" y otras gilipolladas de calibre, pandilla de falsos y muertos de hambre que van de señores y son, ¿qué son?, ¡una mierda!, pero yo me los he pasado por la piedra a placer y me han dao millones para parar una estampida... ¡Has hecho bien, colega! La Trini, ésa era, ¿no? La misma, al final no me quedó otra opción, la Reme me aconsejó, quedé en pasarle las fotos y al poco ya tenía en mi cuenta una de parné que fliparías, pavo, luego me dio las gracias, me dijo la rastrera que me agradecía la colaboración, y de que había contribuido con mi gesto a la libertad de expresión y de información, no te jode, la tía, que si yo era un demócrata y otras cosas que parecía que lo estuviera leyendo o que lo iba repitiendo como un loro drogao, pero, sabes qué, voy a pasar ya de esta gentuza, Dios me ha dado una recompensa y me he comío hasta las migas y me importa un cuerno si se me va a cortar la digestión, ya aproveché la ocasión en casa de la Rufa, el jefe me había llevado allí con el Fredi, yo estaba en horario de servicio, hice mi trabajo con un plus y un sobresueldo, y me las piré, ¿qué hay de malo en eso? , digo yo, bueno un poco cabrón sí que he sido, un cabronazo si lo piensas bien, pero un cabronazo con una tía que ya está muerta no es tan cabronazo, o qué, tú qué dices, colega...




Verás, te cuento con pelos y señales para que sigas el hilo. El jefe nos llamó al Fredi y a mí para llevar a la brigada hasta la casa de la Rufa y encargarnos del cuerpo hasta que llegara el juez a proceder a la autopsia dle fiambre. Se ve que la Rufa había muerto sola en su casa de la Moraleja, y tuvimos que echar la puerta abajo, al jefe le gustan este tipo de movidas, se le va la pinza, y nos cargamos la puerta. Ya serían como las doce de la noche y aquello estaba más oscuro que el ojete de un topo. Al final del primer pasillo vimos una luz en la rendija de la puerta de una habitación y creímos que allí estaría la Rufa pudriéndose desde el mediodía por lo menos. Era la puerta del baño y estaba cerrada y sin pestillo. No veas, tronco, lo que vimos el Fredi y yo en aquel momento, bueno, lo que vi yo, porque el Fredi se quedó atontao con los mármoles y el yacusi donde estaba tendida y abierta la Rufa, ¡y cómo estaba la Rufa! Yo llevaba el móvil en mi bolsillo y lo saqué pa' echar las fotillos de oro que me han hecho rico, pero en mis pantalones seguía marcándose un bulto más grande que mi bluberri, lo pillas? Tenías que haber estado allí, macho, ¡qué tetas! ¡Qué vientre! Como los que salían en las revistas de la Reme, y un coño... ¡qué coño!, un coño solo y abierto aireándose en el vapor del baño que si no me volví gilipuertas perdío en aquel momento fue porque llegó el jefe y nos obligó a cubrir a la Rufa con una sábana "por respeto", decía el condenao. El Fredi, que pa'mí que es marica, no echaba de menos la otra Rufa, pero a mí aquel bellezón muerto y abierto de patas para mis ojitos cochinos no me pareció el mismo bajo aquel trapo con el que parecían amortajar a la Rufa. Me acordé del tendedero viejo que tiene mi madre en la terraza cubierto con hule cuando llueve, eso era pa'mí la Rufa bajo la manta... Pero yo sabía que los bultos que se insinuaban bajo la sábana era las rodillas y la cabecita ladeada y triste de la puta más grande que ha habido en España. A todo esto, el Fredi me dijo que se aburría y que iba a liarse un piti en el portal, y a mí que me faltaba poco pa' darle una patada en el culo y largarlo de allí, se me volvió a erizar la piel, y lo que no es la piel, de gusto de estar solito con aquel monumento con guardapolvo.



Sabes, hace semanas que la Reme se me resiste y no echo un polvete en condiciones, esto no se lo digas a la Reme, jurámelo por tus muertos, pero en aquel momentazo Rufa y yo, la minga me pedía desayuno, y yo soy un mandao. La Rufa de los ministros, la Rufa de las juergas con los futbolistas de La Unión, la Rufa cachondísima de los teléfonos rojos estaba callada, sola, dispuesta para mí. Avancé hacia el yacusi, colega, con los pantalones en los tobillos y el móvil preparado en la mano. Levanté la sábana a la altura de sus rodillas y eché un vistazo bajo sus piernas afeitadas, como hacen los médicos con las preñadas. La luz del móvil iluminó el coño colosal de la Rufa. En ese momento pasé de historias y descubrí de nuevo todo el cuerpo de la muerta al vapor que cubría el cuarto de baño, y retraté para la posteridad el coño hermoso y democrático de la Rufa. Luego ya no pude más, colega, y mi polla entonada despidió con una embestida a la más grande de España y del mundo.



Lloré de felicidad. Me quedé un momento en blanco como si se me hubiera pasado el efecto de un tripi y pensé en las pollas millonarias que habían recorrido ese túnel de lujo. Me di cuenta que al menda le habían dejado las sobras del banquete. Pensé, colega, en qué triste es ser pobre...




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